El BMW i3 se ha consolidado como el primer coche eléctrico en toda la historia de la marca alemana. Y es que a pesar del diseño extravagante y de la interesante combinación de monovolumen compacto y hatchback, el i3 es ya la máxima representación de la submarca «i» de BMW en cuanto a coches eléctricos, aún por encima del todopoderoso i8. Sin embargo, aspectos clave como una escasa autonomía y una potencia que para muchos deja que desear, han marcado una cuota de ventas no tan alta como se esperaba en la casa bávara.
Próximamente todo esto cambiará, y de qué manera. BMW ha anunciado oficialmente que aumentará las prestaciones y capacidades dinámicas del eléctrico alemán, ya que mejorarán las baterías y también la electrónica con el principal objetivo de aumentar la autonomía que irá desde un máximo actual de 160 km, hasta más de 200, acercándose a los 250 kilómetros en el mejor de los casos.
Misma capacidad de baterías, ¿un guiño al i5?
El BMW i3 actualmente porta un kit de baterías fijado en 18.7 kW/h, una cifra que para muchos no es suficiente y que no permite en absoluto alcanzar las cotas de autonomía que consigue por ejemplo, el Tesla Model S. Sin embargo, las cuestiones de tamaño y enfoque global del coche hacen que BMW establezca un límite virtual bastante claro, delimitado por el BMW i5.
Siendo el 80% de los clientes del BMW i3 nuevos en la marca alemana, la marca bávara está ampliando los horizontes de la submarca «i», y el i5 será el próximo en llegar, posicionándose como una opción de mayor lujo, tamaño y también prestaciones. De momento, la renovación del i3 llegará en los próximos meses.
