El Jaguar XF de segunda generación lleva a la venta muy poco tiempo, habiendo debutado y arrancado las ventas en 2015 y destacando por ser la apuesta definitiva de la marca inglesa por el segmento E, sobre todo en Europa. Rival claro y directo del BMW Serie 5, Audi A6 y Mercedes Clase E entre otros, la marca inglesa presenta ahora una leve actualización que primordialmente se centra en añadir la tracción total permanente.
Jaguar dota únicamente al modelo 2.0 litros turbodiésel de 180 caballos con el sistema de tracción total, haciendo un guiño claro al mercado europeo y en un esfuerzo para potenciar esta motorización, de gran rendimiento pese a una a priori escasa potencia. El sistema de AWD es muy similar al que encontramos en el F-Type de tracción integral, y destaca por la clara orientación a las prestaciones y a mantener el espíritu propulsión del Jaguar.
Mayor entrega de potencia al eje trasero
El Jaguar XF AWD envía mayormente la potencia al eje trasero y cuando las situaciones y condiciones lo requieren, el sistema electrónico envía potencia al eje delantero para compensar y mantener en todo momento un tren estable. Este sistema pesa en total 104 kilos. El sistema AWD va unido a una transmisión automática de 8 velocidades, y traslada una aceleración de 0 a 100 km/h en 7.9 segundos.
Jaguar añade el sistema JCD a toda la gama
El mecanismo electrónico Jaguar Configurable Dynamics, inicialmente solo disponible en modelos de seis cilindros, pasará a estar disponible en la gama al completo incluyendo también los motores de cuatro cilindros tanto gasolina como diésel. De esta manera, el XF se podrá personalizar a gusto del conductor incluyendo modificaciones en la dirección, suspensión, aceleración y transmisión.