La nueva generación del BMW Serie 7 lleva el tiempo justo en el mercado para comprobar que la marca alemana ha conseguido captar en un único coche la tecnología más avanzada y evolucionada que los de Múnich pueden implementar actualmente en un coche de producción. El nuevo Serie 7 estará en el mercado durante prácticamente diez años, y será tiempo suficiente para ver al menos una importante actualización que lejos de ser habitual, podría contar con mayores sorpresas de lo inicialmente esperado.
BMW ha afirmado a raíz de la presentación del i8 Mirrorless que el uso de cámaras instaladas en el lugar de los espejos retrovisores no es una tecnología tan lejana de estar situada en el mercado. Es decir, BMW apuesta por un plazo máximo de tres o cuatro años hasta que veamos esta nueva tecnología comenzar a sustituir los tradicionales espejos retrovisores. ¿El primer candidato? Ni más ni menos que la renovación del Serie 7.
Un futuro interesante
Los argumentos principales de la marca alemana radican en una mejor aerodinámica al reducir el tamaño de los espejos retrovisores al utilizar cámaras, y también apuesta por una mayor visibilidad ya que las cámaras retransmiten de manera conjunta y se combinan con cámaras traseras y muestran todo en una gran pantalla donde originalmente se coloca el espejo retrovisor interior. De esta manera se eliminan ángulos muertos y según BMW, la conducción es más segura.
Es obvio que si el Serie 7 es el encargado de llevar este proyecto a la cadena de montaje, no será un elemento estándar sino que será una opción y aparentemente de alto coste. Porque es obvio que por costes de mantenimiento y lo que supondría una rotura de una de las cámaras, no parece que esté lo suficientemente avanzado como para costearlo de serie en toda la gama del buque alemán.
Más Serie 7 que nunca!
No es que domine con mano de hierro el segmento, pero la hegemonía del Clase S se diluye ante este asombroso laboratorio con ruedas ‘comprable’. El cómo han conseguido reunir lo último en tecnologìa y técnica para que goce, además, de incuestionable elegancia con el empaque ideal sin estridencias sobrediseñadas, es un logro difícil, difícil.