Siguiendo un poco la senda de algunas otras principales europeas (véase París, que también lo planea para el mismo año, o Londres, que cobra 12 euros -además de los 14 que deben abonar por el hecho de acceder en ir en un vehículo motorizado- a aquellos coches diésel que quieran acceder a su centro urbano), el Ayuntamiento de Madrid se está planteado la prohibición de la circulación de coches diésel para el año 2020 como parte del Plan de Calidad del aire 2017-2020. Así lo ha oficializado la alcaldesa de Madrid, al afirmar la peligrosidad de los motores diésel por las partículas que generan y expulsan al medio ambiente.
Esto se debe a varios factores, como que el 70% de los coches que realizan los desplazamientos son gasóleo, y que además, debido a la crisis, la edad media de los coches ha aumentado considerablemente estos años, pasando de 5,7 años de media en el año 2008 a 9,3 en el año 2013.
A priori y según recogen las primeras informaciones, el plan contempla la restricción del acceso a todo el centro en 2017, además de ampliar y fomentar el uso de la bicicleta pública con nuevos contratos logrados con BiciMad (e incluso, lograr integrarlo en el abono de transporte) además de ampliar el uso de los parquímetros más allá de la M-30.
Evidentemente, es posible que como conductor y usuario, todo esto te genere muchas dudas e incertidumbres, porque no contamina lo mismo un coche diésel del año 2001 que uno del 2015, ni tampoco un coche de alta cilindrada y potencia respecto a uno con una potencia mucho más contenida y menor cilindrada. Y también, por otra parte, es lícito pensar que esto irá acompañado de una renovación paulatina de la flota de transporte público para poder ser congruentes con las medidas propuestas para los conductores. También nos surge la duda de hacia dónde se canalizarán todos los usuarios afectados, si hacia el transporte público o bien hacia medios de transporte privados más sostenibles.
Esperaremos a que el gobierno de Ahora Madrid continúe publicando más información al respecto de cómo piensa introducir este plan y cómo responde también la industria por el impacto económico que puede suponerle una medida de estas características a tan pocos años vista.