No podemos negar que Porsche está realizando grandes movimientos en su gama de modelos durante estos últimos meses. La introducción del prototipo Mission-E como un full EV, la puesta en el mercado del 718 Boxster con motores de cuatro cilindros… movimientos clave que impulsan la gama de la marca alemana en búsqueda de opciones más eficientes y de menor consumo de carburante. Porsche arroja un poco más de luz respecto a este tema durante esta última semana, y yendo más allá, confirma otros caminos que quizás no son los que muchos esperaban.
En primer lugar, confirmamos que Porsche no lanzará al mercado un coche autónomo. La marca de Stuttgart no es partidiaria de dar el control del coche a equipos electrónicos y confía al cien por cien la conducción y todos los sistemas de conducción al conductor, y no habrá cambios aquí. Es una decisión firme de Porsche, que se posiciona en un camino similar al de marcas como Lamborghini, en la cual también han desechado la idea de un modelo cien por cien autónomo. Pero yendo más allá, y en cuestión de coches eficientes… la situación se torna bastante.
El 911 híbrido aterrizará en 2018
Con la nueva generación del Porsche 911 en desarrollo, la marca de Stuttgart ha confirmado que veremos el primer 911 híbrido en un plazo máximo de dos años. Es decir, estará a la venta como muy tarde en 2018 y posiblemente combine un motor de cuatro cilindros -o quizás seis- con uno o dos motores eléctricos. En caso de optar por la segunda opción, podríamos dar por hecho que la potencia y la organización final mantendría un gran parecido con el escalón intermedio entre el 911 Turbo S, y el 918 Spyder.
Porsche también confirma la puesta en el mercado del Mission-E antes de que termine la década, probablemente para 2019. Será el primer eléctrico de Porsche y un rival claro y conciso del Tesla Model S, quizás un escalón por encima en términos de prestaciones y capacidades deportivas.
