En el Salón de Nueva York, junto con el C-HR, Toyota llevará también el lavado de cara del GT86. Y es que, desde su llegada al mercado, uno de los objetos de las críticas ha sido algunos aspectos de su diseño, como el de sus llantas, cuyo aspecto dejaba que desear, pese a ser algo fácilmente solucionable.
Toyota ha escuchado a sus clientes y ha realizado una serie de cambios en el GT86 aprovechando que ha llegado a su ciclo medio de vida. En primer lugar, los paragolpes han sido rediseñados, presentando en su parte frontal una toma de aire de mayores dimensiones y prescindiendo de los antinieblas. Mientras que la zaga, reescribe la estética de su apragolpes, aunque continúa caracterizándose por las dos salidas de escape integradas en el difusor.
La tecnología LED llega también a los pilotos traseros, cuyo diseño interno de las ópticas varía ligeramente como consecuencia. No hay imágenes de su interior por el momento, aunque aseguran haber empleado materiales de mayor calidad tanto en paneles de puerta como salpicadero gracias al uso del tapizado en alcántara en ambos con costuras de color gris a contraste de la tela y piel negras.
En el plano mecánico, su motor de 2 litros bóxer recibe cinco caballos de potencia adicionales, dejándolo en 205 CV y 211 Nm de par (este último aumenta 7 Nm). También varían los desarrollos de la caja de cambios (en la versión para el mercado americano, no sabemos si aquí también llegará este cambio) y su comportamiento debería mostrar cambios al haber recalibrado la suspensión con nuevos muelles y ajustes en la compresión.
Eso sí, ármate de paciencia, porque hasta finales de año no llegarán las primeras unidades a Europa…
