El destape en Septiembre de 2015 del escándalo de emisiones de Volkswagen generó además de un torrente de críticas e incertidumbre en torno al grupo automovilístico cuando sucedió, una vorágine en la industria del automóvil donde algunos fabricantes fueron señalados públicamente como artífices de maniobras similares.
En cualquier caso, muchos ya éramos conscientes de que nos podríamos llevar más sorpresas inesperadas por parte de otros fabricantes que emplearan métodos similares.
La noticia en este caso proviene del país del sol naciente: Mitsubishi ha admitido públicamente que ha falseado los datos de homologación de 625.000 kei cars. O dicho de otro modo: que estaban provistos de un sistema que trampeaba la prueba que se le realizaba en laboratorio para homologar su consumo, arrojando unas cifras por encima de lo que luego computaba en el uso cotidiano y real.
Por si acaso desconoces el término ‘kei cars’, te lo explicamos brevemente: son vehículos de 3,4 metros de longitud máxima que emplean motores gasolina de pequeña cilindrada, no superior a los 666 centímetros cúbicos. Tienen una serie de ventajas fiscales en Japón, por ello, sólo se comercializan allí.
Los modelos afectados son 157.000 unidades de los eK Wagon y eK Space. Pero lo curioso es que los 468.000 restantes corresponden a Nissan, ya que Mitsubishi era el encargado de la fabricación de sus modelos Dazy y Dazy Roox desde Junio de 2013. Aunque será la firma de los tres diamantes quien deba responder legalmente, puesto que además de su fabricación también se encargaba de la certificación de su consumo.
Por el momento Mitsubishi ha anunciado que ha detenido la producción de todos los modelos afectados, afirman haber iniciado una profunda investigación con una auditoría externa que se dará a conocer dentro de un tiempo, además de pedir disculpas y estar planteándose si ofrecer compensaciones a sus clientes afectados.
Pues lo habrán hecho como los de VW para aumentar las ventas. Hay que ver como está la gente de loca. Pese al tremendo follón en que se ha metido VW, sigue alegremente presentando nuevos modelos y encima sigue siendo una de las marcas más vendidas. No me extrañaría que el próximo año uno de sus modelos fuera elegido el coche del año. Esperaba un fuerte castigo de los compardores, pero se ve que no. La verdad que esa contaminación encubierta a atrapado a los consumidores. A mi no, desde luego.