Durante este último año hemos hablado largo y tendido acerca del «futuro eléctrico» de Aston Martin, un camino que se acabará tornando realidad puesto que de una manera u otra, los pasos y movimientos que están llevando a cabo marcas como Tesla Motors y en menor medida otras como Audi no llevarán a otro lugar que no sea el desarrollo de proyectos eléctricos. Y como ya comentamos, el Aston Martin Rapide será «el escogido».
La marca británica ha confirmado que tienen planes para que el próximo coche de James Bond sea un AM totalmente eléctrico, es decir, el arma de márketing más potente del que goza Aston Martin podría ser el escaparate perfecto para presentar al mundo el primer modelo eléctrico de la marca. Y por enfoque y objetivo de mercado, encaja perfectamente con la idea del Aston Martin Rapide eléctrico. Claro que, ¿llegarán a tiempo los frutos a recoger? Recordemos que la colaboración con la marca ChinaEquity es el camino por el cual los ingleses están avanzando en el proyecto, y la fecha prevista de lanzamiento continúa siendo 2017.
Casi 400 kilómetros de autonomía
Será interesante ver el enfoque final del proyecto, porque el Aston Martin Rapide eléctrico contará con una autonomía aproximada de 400 kilómetros, cifra acompañada de una potencia neta fijada cerca de 1.000 caballos, con todo lo que esto supone. A su vez, y volviendo a confirmar que muy posiblemente en 2017 lo veamos y arranquen las ventas, será el paso previo para ver una variante del mismo tinte del Aston Martin DBX, el primer SUV de la marca.