De por sí, la conformación que supuso conocer que el nuevo Ford GT -que veremos en las calles el próximo año- dice adiós al icónico motor de ocho cilindros en favor de un bloque motor más pequeño, pero mucho más potente y eficiente, fue brutal. Y es que hablar del Ford GT con un 3.5 litros V6 turboalimentado a priori era casi surrealista teniendo en cuenta de donde viene, pero a estas alturas… ¿quién duda de que haya sido el mejor camino posible a tomar?
Ford tiene grandes expectativas con el superdeportivo de la marca del óvalo, el cual desarrollará una potencia entre 600 y 650 caballos, y cuenta con el motor posicionado de manera central-trasera. La marca norteamericana ha confirmado que están estudiando seriamente dar vida al 3.5 litros V6 EcoBoost más allá del GT, y permitir que se use en deportivos con un bajo volumen de ventas e incluso en competiciones. Aunque pueda sonar poco trascendente, sí es muy interesante puesto que este motor podría tener vida, sobre todo, en constructores independientes europeos que comercializan deportivos de muy alta gama con unas ventas anuales escasas.
Una larga vida por delante
El nuevo Ford GT aterrizará en el mercado después de doce años desde que el anterior GT hizo acto de presencia. A diferencia del primero, el nuevo GT no ha mantenido de manera elemental el diseño y la filosofía de aquel deportivo de los sesenta, sino que se han atrevido con un aspecto mucho más arrollador y capaz, que se sitúa automáticamente a la altura de otros deportivos de alta categoría, como el Nissan GT-R, el Porsche 911 Turbo S, el Lamborghini Huracán…
