Mantener unos neumáticos en buen estado y con unas garantías de seguridad aceptables no radica únicamente en elegir la marca-modelo, diámetro y ancho adecuados, así como vigilar su desgaste. También debemos estar pendientes las presiones de inflado de los mismos, porque contar con la presión de inflado correcta recomendada por el fabricante de nuestro vehículos nos permitirá, además de poder obtener las mejores prestaciones de nuestro vehículo, también mejoraremos su seguridad.
¿Qué sucede si llevamos menos presión de la recomendada?
En caso de que tengamos nuestros neumáticos por debajo de la presión recomendada, aumentaremos el consumo medio de carburante del vehículo al ofrecer mayor resistencia a la rodadura, también contará con un mayor desgaste al contar con un mayor contacto con el asfalto, aumentar la frenada del vehículo, aquaplaning, mayor flaneo a la hora de trazas curvas, dando como resultado una reducción de la adherencia, y la más importante: un riesgo de reventón mucho más considerable al calentarse más debido a que su capacidad para disipar temperatura se ha visto reducida.
¿Y si llevamos más presión de la recomendada?
En este caso también conlleva algunos contras, como que reduce la adherencia, además de aumentar su desgaste por la parte central de la banda de rodadura y al reducir la amortiguación por parte del neumático, derivar toda esa carga de trabajo a los amortiguadores del vehículo.
¿Los manómetros de las gasolineras son de fiar?
Siendo francos, no son la herramienta más fidedigna para su medición. Pero también es cierto, que se acercará mucho más a la realidad que hacerlo sin ningún medidor, como comúnmente se suele decir… ‘a ojillo’. Si quieres una herramienta más precisa, existen manómetros de bolsillos con un precio medio de 20 euros y de diferentes tipos (analógicos, digitales, etc).
¿Con qué frecuencia debemos revisar la presión?
Normalmente es recomendable hacerlo una vez al mes, y también, siempre que vayamos a realizar un viaje de larga distancia. Tampoco debemos olvidarnos de comprobar la presión de la rueda de repuesto en caso de que nuestro vehículo cuente con ella, ya que normalmente es la gran olvidada y la posibilidad de que pinchemos un neumático está siempre latente: imagínate la sorpresa si vamos a montar la rueda de repuesto y resulta que está con la presión muy baja…
¡Ah! muy importante, revisar también que llevemos los tapones de las válvulas, que desgraciadamente, en nuestro país suelen robarse como llevemos unos relativamente llamativos.