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Ayer comenzábamos la prueba de del Nissan X-Trail, un modelo destinado a circular por toda clase de terrenos, que tras su última actualización se ha modernizado para ofrecer una imagen mucho más moderna de lo que nos tenía acostumbrados.
En la primera parte de la prueba tuvimos ocasión de hablar sobre su diseño, su amplio habitáculo para 7 ocupantes y una mecánica de gasolina que se postula como una seria alternativa a la diésel gracias a su refinado funcionamiento y a un consumo contenido.
En esta segunda entrega conoceremos los distintos niveles de acabados y precios con que se comercializa en nuestro país, para luego abordar nuestra habitual prueba de conducción durante la que, a lo largo de una semana, hemos podido averiguar todos los secretos de la última entrega de este longevo modelo.
Equipamiento
El X-Trail con motor gasolina de 163 CV se puede escoger en tres niveles de acabado diferentes denominados Acenta, N-Connecta y Tekna, ordenados de menor a mayor equipamiento.
El Acenta tiene un precio -descuentos no aplicados- de 26.950 euros. De serie equipa sensores de lluvia y luz, retrovisor interior con antideslumbramiento automático, control de crucero con limitador de velocidad, climatizador bizona, volante multifunción de cuero, llantas de aleación de 17 pulgadas, luces diurnas LED, faros antiniebla, cristales traseros oscurecidos, sensores de aparcamiento traseros y delanteros, bluetooth, conexiones USB y AUX y freno de mano eléctrico.
El acabado N-Connecta -29.925 euros- añade al equipamiento anterior el Safety Pack que incluye la alerta de cambio de carril involuntario, asistente de luz de carretera, identificador de señales de tráfico y sistema anti-colisión frontal. Además de acceso y arranque sin llave, llantas de aleación de 19 pulgadas, techo solar panorámico, portón trasero eléctrico, cámara de visión 360º y NissanConnect con Apps a través del Smartphone y sistema de navegación 3D en pantalla táctil de 7 pulgadas.
Por último el acabado Tekna -32.875 euros-, añade el Driver Assist Pack con control de ángulo muerto, detector de fatiga y detector de movimiento, además de asientos delanteros calefactados y con regulación eléctrica, tapicería de piel, faros Bi-LED y asistente de aparcamiento automático. Es el equipado en nuestra unidad de pruebas.
Todas las versiones incluyen de serie 6 airbags, indicador de presión de los neumáticos, asistente de arranque en pendiente y rueda de repuesto de tamaño reducido. La versión de siete asientos tiene un sobrecoste de 800 euros con respecto a la de cinco.
Comportamiento
A los mandos, el X-Trail es un coche imponente, con un puesto de conducción elevado y una configuración que, salvo por la zona trasera, cuenta con una muy buena visibilidad. Volante y pedales tienen un tacto agradable, y la palanca de cambios es precisa y de recorridos bien definidos.
El propulsor de gasolina de 163 CV se pone en marcha de forma suave y silenciosa, cualidades que mantendrá durante toda nuestra prueba y que son una de las bazas que tiene este motor con respecto al diésel. Es un motor potente que, sin pretensiones deportivas, mueve con soltura el conjunto y responde con contundencia a las demandas del acelerador siempre que se encuentre en su margen óptimo de funcionamiento.
La ciudad no es el escenario ideal para un vehículo de la envergadura del X-Trail, pero para las maniobras cuenta con un sistema de cámaras de 360º que facilitan enormemente el trabajo y se convierte en un extra más que recomendable. Sus consumos urbanos son elevados, poco por debajo de los 10 litros practicando una conducción normal.
En carretera la cosa cambia, y a ritmos suaves podemos mantener el contador de consumo por debajo de los 6 litros. Cuantos más kilómetros hagamos en carretera más aconsejable se vuelve este propulsor. La media total conseguida tras una semana de pruebas en la que hemos practicado todo tipo de conducción y un reparto más o menos igualitario entre ciudad y carretera ha sido de 7,9 litros a los 100.
Como comentamos en el apartado mecánico, la configuración de las suspensiones del X-Trail está enfocada al confort, que es uno de los puntos fuertes del modelo. A cambio de ese confort tenemos que pagar el precio en una disminución de sus cualidades dinámicas, que se plasman en un evidente balanceo de la carrocería cuando enlazamos varias maniobras consecutivas.
El conjunto de frenado es adecuado para la masa del coche y trabaja con solvencia. La dirección de asistencia eléctrica es algo imprecisa por el tarado de las suspensiones, pero lo suficientemente suave como para resultar muy cómoda al maniobrar.
Como nuestra unidad contaba únicamente con tracción al eje delantero no hemos realizado nuestro habitual recorrido off-road donde ponemos a prueba las cualidades fuera del asfalto en nuestras pruebas. Eso sí, con esta configuración ya es capaz de circular con total solvencia por pistas, con gran comodidad y con una altura libre al suelo suficiente para afrontar sin problemas pequeños obstáculos.
Mención especial requieren los sistemas de asistencia a la conducción, que se han convertido en una de las prioridades de Nissan en los últimos tiempos. Engloban el detector de vehículos en ángulo muerto, el aviso de cambio involuntario de carril y la alerta de movimiento cuando circulamos marcha atrás, todo ello bajo la denominación de ??escudo de protección inteligente?.
Conclusión
La última renovación del Nissan X-Trail ha conseguido actualizar de forma muy acertada las cualidades de este todoterreno. Su imagen ha mejorado notablemente mostrando ahora una silueta moderna y con músculo.
El habitáculo es de calidad, y con una amplitud notablemente superior a la del Qashqai. Destaca el gran espacio de la segunda fila de asientos. Las dos plazas de la última fila únicamente están recomendadas para niños o personas de baja estatura.
El catálogo de acabados tiene unos precios adecuados y sus equipamientos están bien escalonados en función de lo que ofrecen. El motor gasolina de 163 CV me ha resultado muy agradable de conducir, y una opción muy recomendable para un coche de las características del X-Trail. El consumo es más elevado que el del diésel, pero el comprador tendrá que calcular sus necesidades reales y optar por el propulsor que más le convenga.