La firma sueca ha dejado bien claro a lo largo de este tiempo que está perfectamente lista para poner en evidencia a más de un superdeportivo -sea de donde sea-, y que pueden estar en la cima si se lo proponen; y es que no es para menos, cuando llevas al salón más importante de Europa un superdeportivo decente -claro, teniendo lo que tiene al lado, todo es decente-, un coche de competición que ha tenido que ser castrado para poder ser legal (No hace falta decir más) y otro que tiene un millar de caballos con una fuente de energía alternativa.
El CCX (naranja), como ya sabemos, lleva un V8 de 806 caballos -sí, este es el decente-, que son intuibles cuando ves ese diseño tan aerodinámico y agresivo, pareciendo que se ha forjado con el alma que se ha cultivado dentro; de por sí ya sería suficiente para asustar al personal.
Su versión de competición denominado CCGT (blanco), ha sido castrado (perdón, capado) a sólamente 600 caballos, para así poder participar en la FIA GT, así que suponemos que para que el CCGT corriese yendo al máximo habría que crear una categoría sólo para él.
Ahora os preguntaréis -si es que no lo sabéis ya- a quién pertenece eso de Flower Power, y obviamente, por descarte, al del millar de caballos… Los chicos suecos no estaban muy inspirados cuando tuvieron que darle un nombre a esta monstruosidad de etanol que rinde 1018cv con 1000nm de par, o tal vez sí, y hayan querido ser los más originales (desde luego, lo han conseguido…)
Sin más rollo, las fotos, pero cuidado, a ver si saltan de la pantalla y te muerden…
Vía: Autoblog en español