Con modelos como el Caddy, Passat o Touran, Volkswagen vuelve a iniciar una nueva llamada a revisión que en este caso nada tiene que ver con las millonarias llamadas a revisiones de sus modelos relacionadas con las emisiones. El causante en esta ocasión es el depósito de combustible con el que cuentan dichos modelos en sus variantes alimentadas a gas natural comprimido.
En cualquier caso, esta llamada a revisión es una extensión de la anterior que dio comienzo en Julio con 5.900 unidades del Touran a gas afectadas que se fabricaron entre los años 2006 y 2009.
El problema principal del depósito es que el recubrimiento exterior que lo cubre no sería capaz de soportar los efectos producidos por la corrosión, pudiendo llegar a explotar en el caso de que la corrosión avance reduciendo el grosor de las botellas, algo que sería ya mucho más serio y con consecuencias muy graves.
Por lo pronto, Volkswagen ha recomendado a los propietarios de las unidades afectadas que circulen únicamente con el modo gasolina, hasta que logren contactar con todos los clientes afectados y concierten con ellos una cita en su taller más cercano para proceder a una reparación sin coste del problema. Eso sí, no han especificado cuál será la operativa en las unidades que serán llamadas a taller (es decir, si únicamente se les reemplazarán las botellas afectadas por unas de nueva referencia o si además se implementarán soluciones adicionales para prevenir la corrosión sobre las nuevas).
