La «nueva generación» del Toyota Supra está prácticamente al caer y no podemos negar que la idea de ver en el mercado una nueva apuesta por parte de Toyota con la misma filosofía y posicionamiento que el legendario Supra, es apabullante. Sin embargo, es obvio que el proyecto como tal no será una mera evolución del Supra, porque desde el cese de producción del deportivo japonés han cambiado muchísimas cosas en el mercado, tanto, que imaginar el lanzamiento del Supra con motorizaciones estándar y que no cuenten con apoyo eléctrico, suena incluso descartable de base.
De hecho, tiene todas las papeletas de que sea así. A estas alturas respecto a este proyecto sabemos aspectos importantísimos como que el chasis estará compartido con el BMW Z5, por el mero hecho de ser los modelos que ambas marcas están desarrollando a través del proyecto en común. Con el objetivo de diferenciar ambos conceptos más allá de que el Z5 será un roadster -quizás con variante de techo rígido en el futuro-, podemos confirmar que el Toyota Supra tendrá mayores aptitudes de deportivo, y en Toyota apostarán firmemente por un set-up híbrido para conseguirlo.
Por el momento, podemos ir pensando en algo similar a dos motorizaciones diferentes, ambas con configuración híbrida. El primero será algo parecido a un 2.0 litros de 4 cilindros muy similar al motor que llevan algunos BMW como el Serie 2 228i, otorgando una potencia neta en apoyo con uno o dos motores eléctricos de aproximadamente, 350 caballos. Esta será la potencia de partida del nuevo Supra que tocará techo con el motor de 3.0 litros y 6 cilindros también BMW y varios motores eléctricos, enfocado a estar muy cerca de modelos como el Honda NSX, y sin llegar a cerrar la puerta a una versión aún más potente.
Vamos hombre, un ¿Supra con motor BMW, por mucha colaboración que tengan?
Si al final es así, pues mal van a empezar….