Comprar un coche recién salido al mercado, más allá de las ventajas que pueda tener en términos de tener lo último de lo último, también implica en cierto modo hacer de conejillo de indias de la marca, ya que en ocasiones suelen contar con fallos de juventud que no han sido detectados por la marca durante su desarrollo. Es el caso de la nueva generación del Honda Civic, que como bien sabes, tiene carácter global aunque se ha comenzado a lanzar inicialmente en el mercado americano para posteriormente propagar su expansión al resto de mercados.
El problema fundamentalmente reside en el freno de estacionamiento eléctrico, que podría no funcionar correctamente si se aplica inmediatamente después de haber apagado el coche al no permitirlo el sistema de control electrónico de estabilidad ESP. Ahora bien, en caso de intentar dicha acción, el testigo de freno de mano del cuadro parpadea en el panel parpadea durante quince segundos.
¿Qué implica esto? Que si el coche no está con una marcha engranada y no se ha puesto el freno de mano correctamente, el coche podría quedar libre, pudiendo herir a alguien o provocar un accidente, aunque de momento no se han registrado incidentes relacionados.
Por tanto, Honda llamará a revisión a las unidades afectadas a partir del próximo mes realizando una reparación gratuita para actualizar el software, algo que lleva poco menos de una hora, mientras tanto, los propietarios deberán asegurarse que el freno de mano está puesto engranándolo antes de apagar el vehículo.
Esto implica que las unidades que vayan a ir destinadas al mercado europeo donde desembarcará en breves ya vendrán con el problema corregido.