La nueva generación del Mazda CX-5 está a la vuelta de la esquina y es cuestión de unas pocas semanas que la marca nipona tire de la manta y lo presente oficialmente. Como sustituto del actual CX-5 que debutó en 2012 y que posteriormente recibió una actualización de medio ciclo el año pasado, el nuevo CX-5 va a deslumbrar como un modelo fundamental para Mazda, con altas expectativas de ventas, y enfocado a un mercado muy, muy exigente.
Hasta la fecha, del Mazda CX-5 hemos podido saber y ver que la competencia es dura, pero el papel que juega frente a rivales potenciales y de mayor nivel adquisitivo, como el BMW X1 o el Audi Q3, es muy bueno. Por ello, el sustituto del actual crossover japonés va a llegar cargado de novedades, y sobre todo, con una nueva estética e imagen que va a sorprender a muchos. De momento, Mazda consigue que vayamos abriendo boca con este primer anticipo oficial.
El diseño del Mazda CX-5 está claramente inspirado en nuevos modelos como el CX-3 o el CX-9, cambiando el diseño de las ópticas el perfil aerodinámico… la imagen y estética es más deportiva y eso marcará la diferencia en cuanto a la primera impresión que nos llevemos del CX-5. Además, veremos un interior completamente renovado, materiales de mayor calidad… todo esto, acompañado de una nueva gama de motorizaciones que al menos en Europa, tomará inspiración de la que porta actualmente el crossover, tanto en la gama gasolina como diésel.
El Mazda CX-5 debutará en el próximo Salón del Automóvil de Los Ángeles, y las ventas en Europa podrían arrancar a primeros del próximo año 2017, si bien es cierto que no lo veremos debutar en el viejo continente hasta el Salón de Ginebra.