Desde aquellos primeros swaps al mítico motor del Toyota Supra biturbo, el 2JZ-GTE, a swaps tan locos como los que se gestan hoy en día, que consisten nada menos que en reemplazar su motor boxer de 2 litros y cuatro cilindros por una bestia como el V8 de 4.5 litros del Ferrari 458 Italia.
Y el objetivo de plantarle el corazón italiano al deportivo japonés no es la de hacer un showcar llamativo: todo lo contrario. Se trata de hacer una máquina de drift con una configuración prácticamente única en el mundo y que además le confiera unas prestaciones y un par sin parangón, ya que supone triplicar la potencia con la que viene de serie el modelo.
Pero además de eso, algo también habitual en los coches de drift como es su sonido también gana muchos enteros: la inconfundible melodía italiana pasa ahora a atronar a los espectadores, siendo aún más directa y contundente gracias a unas salidas de escape que salen directamente de su frontal además de unos colectores específicos. El resultado, como podrás escuchar, es orgásmico.
Por supuesto, todo esto va aderezado con una carrocería con el frontal tubular, jaula antivuelco y un kit de carrocería que marca unas distancias muy claras con el modelo de calle. La pregunta que nos hacemos ahora es, ¿apostarías por una configuración tan singular o por un swap mucho más habitual como el mencionado en el primer párrafo?