2020. El inicio de la nueva década marcará también toda una revolución en la industria del automóvil que actualmente está en la incubadora de muchos fabricantes: los coches autónomos. Algunos fabricantes con su propia tecnología y otros asociándose a compañías, se afanan en avanzar todo lo posible sus desarrollos de cara a esa meta en forma de año que se han puesto muchos en su roadmap.
Para muchas compañías tecnológicas, esta revolución también les está beneficiando considerablemente, ya que les está permitiendo establecer alianzas con diversos fabricantes para dotarles de su tecnología y know-how. Algo que es habitual tanto entre fabricantes de coches como entre compañías tecnológicas.
Ya teníamos constancia de que Ford y Microsoft estaban trabajando conjuntamente de cara a dotar de autonomía a los coches de la marca del óvalo azul (aunque no es la primera vez que trabajan conjuntamente). Ahora, ha sido Nvidia y Audi quienes han hecho pública su alianza en el marco del CES de Las Vegas. Y ya han hecho las primeras demostraciones con un Audi Q7 sin conductor, dotado de un DRIVE PX 2 con el software Nvidia DriveWorks que hace uso de redes neuronales, pudiendo viajar los pasajeros en el asiento trasero del vehículo sin nadie al volante.
En cualquier caso, cabe recordar que ambas compañías ya tenían de por sí sus caminos en un estado bastante avanzado. En el caso de Audi, con el RS7 Piloted Driving Concept, mientras que Nvidia por su parte tiene la plataforma Xavier basada en la arquitectura Volta en la que van más allá del control de funciones multimedia como venía siendo hasta la fecha (y que el grupo Volkswagen ya integraba en alguno de sus vehículos), focalizándose en la conducción autónoma y el aprendizaje por redes neuronales.
A lo largo de estos tres años, podrán aunar esfuerzos y de esta forma lograr un producto final mucho más sólido y confiable.