Aún con todos los avances de la industria, no dejamos de sorprendernos aún con los fallos graves que se cometen en el diseño y ejecución de ciertos coches y que en muchos casos no se ve manifestado hasta años después. El protagonista de hoy es la segunda generación del Nissan Navara (D40) que se lanzó al mercado en el año 2004 y que se le conoce bajo el nombre de Frontier en algunos mercados.
El problema (y no es trivial) es que a muchas unidades de Reino Unido, debido al óxido que comienzan a mostrar con el paso de los años, la zona de la cabina y la de carga comienza a agrietarse llegando en los casos más extremos a partirse el chasis en dos. Aunque el revuelo comenzó a raíz de un propietario de 50 años que remolcaba una caravana mientras llevaba a su mujer embarazada cuando de pronto sufrió dicha rotura mientras circulaba por Escocia, él sólo ha sido el desencadenante de todo lo que viene después.
Se formó un grupo de afectados de Facebook que ya cuenta con 18.000 miembros miembros y se estima que hay 35.000 unidades afectadas en Reino Unido, mientras que a nivel mundial, 193.000 unidades podrían estar afectadas por el problema. Y ha sido gracias a dicho grupo de Facebook donde han comenzado a salir a flote muchas más imágenes de unidades que se ven claramente afectadas por el problema que nos encontramos relatando.
Nissan, por su parte, ha anunciado que ya tenía constancia del problema desde hace un año y que afecta especialmente a las unidades producidas entre los años 2004 y 2008. La compañía japonesa se compromete a revisar de manera gratuita las unidades afectadas previa petición de sus clientes y en tal caso, proceder a su reparación. Si bien, las autoridades británicas se encuentran también investigando el caso
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