Hasta Sils (Girona) tenemos que irnos en esta ocasión para hacernos eco de la última noticia que envuelve a los talleres ilegales, pero no bajo el ecosistema habitual que conocemos donde se dedican a la reparación de coches por debajo del precio habitual del mercado, sino por una casuística más rara aunque no por ello también relativamente habitual: la fabricación clandestina de réplicas.
La historia se remonta a un vehículo que fue intervenido en Benidorm y que era una réplica de un Ferrari, vulnerando por tanto las leyes de propiedad intelectual de la marca italiana. Y a partir de ahí, se empezó a tirar del hilo hasta llegar a los encargados de haber fabricado dicha unidad.
Fue en Sils, Girona, donde encontraron el lugar de nacimiento del vehículo, en un taller en el que además encontraron otros 14 vehículos que también estaban en proceso de transformación, cuatro de ellos se encontraban ya listos para ponerse a la venta. Además de requistar las unidades, también se pudo intervenir numeroso material destinado a la fabricación de los mismos, incluyendo logotipos y otro tipo de emblemas.
Pero no contentos con ello, como bola extra, la policía ha incautado además una instalación preparada para cultivar marihuana en las 950 macetas preparadas para ello, que estaban dotadas de transformadores, ventiladores, lámparas y refrigeradores.
El precio por el que los comercializaban era en torno a los 40.000 euros, mientras que los modelos originales de los que replicaban en algunos casos superaban los ampliamente los 100.000 euros en el mercado, aunque evidentemente no hay parangón entre uno y otro. Algunos de los modelos que replicaban eran los 360 Modena, 430 Spider, F355 o Ferrari Testarrosa.