El nuevo McLaren 720S ha visto la luz en el ya pasado Salón del Automóvil de Ginebra como el súmmum de la marca, como un proyecto que va a liderar los cauces más feroces de la marca inglesa de aquí a los próximos años, y con un futuro muy prometedor y desde luego, apasionante. El salto cualitativo respecto a la gama Super Series es extraordinario, y eso que aún no hemos visto más que la punta del iceberg.
Uno de los puntos más importantes que debemos destacar del McLaren 720S es su plataforma y su nuevo motor, ambos aspectos desarrollados con un amplio espectro de mejora y un margen de potencia muy amplio. Tanto, que desde el momento de su debut pudimos confirmar que en efecto, el 720S servirá de sucesor del P1 en un futuro no muy lejano, además de otras versiones de mayor y menor potencia. La primera que veremos será una variante de mayor distancia entre ejes, más potente y cercana a circuito. Bautizado como LongTail, no podemos afirmar que vaya a recibir el nombre de 720S ya que obviamente, el bloque motor de ocho cilindros recibirá un aumento importante de potencia.
El LongTail basado en el 720S será más ligero y también exprimirá más potencia del V8 Twin Turbo de 4.0 litros, pudiendo llegar sin dificultad a cifras como por ejemplo, 740 caballos, frente a los 710 del modelo base. Es interesante destacar que McLaren ha hecho ya del modelo LongTail original que vimos en el Super Series toda una gama, ya que está previsto que veamos un LT sobre la base de la gama Sport Series, posiblemente bajo un nombre similar al de 570LT, por ejemplo.