Algo que parecía imposible hace no tantos años en nuestro país con las numerosas campañas por parte de los fabricantes y concesionarios para incentivar las ventas de vehículos diésel se está haciendo una realidad: que se inviertan las tornas de ventas. ¿Cuáles son las razones? Podemos achacarlo a varias razones, empezando por las restricciones a la circulación que han comenzado a aplicar en Barcelona o Madrid y que afectan especialmente a los vehículos diésel, aunque no menos importante es también el escándalo Dieselgate o hasta incluso el decreciente interés de los fabricantes en fabricar motores con este combustible por lo caros que resultarán de producir en un futuro debido a las nuevas normativas de emisiones, encareciendo el producto final y perdiendo atractivo en gamas medias y bajas.
El caso es que de los 125.600 vehículos comercializados en el 12,6% de Marzo, que ha supuesto un crecimiento del 12,6%, se ha saldado con unas ventas de vehículos diésel por debajo del 50%, o lo que es lo mismo, un 49,9%, una cifra significativa y que lleva esta inercia desde hace meses. Mientras que el diésel pierde influencia en el mercado, la gasolina se está imponiendo de manera imparable, especialmente en determinados segmentos como los urbanos, donde cada vez más fabricantes prescinden de motorizaciones diésel.
También, los híbridos y eléctricos continúan ganando terreno poco a poco y ya son el 4% de los coches nuevos vendidos, teniendo en cuenta además que la gran mayoría se basan en un motor de combustión interna de gasolina asociado a uno eléctrico. No es de extrañar que veamos acabar el mercado rondando cifras en torno al 40%, y durante los próximos años aún podrían polarizarse más debido a la imparable expansión de híbridos y eléctricos.
Pero sobre esta casuística del mercado, sigue habiendo un problema de relieve para las patronales del sector, y es la avanzada edad media del parque móvil español, situada actualmente en los 12 años, por ello, siguen poniendo de relieve un plan de ayudas en la compra de vehículos nuevos para poder reducir esta cifra.
Y cuando Campsa y/o Repsol, por nombrar a las dos mas representativas del país, se decidan a vender electricidad como otro producto más, arrancarán definitivamente las ventas de los coches eléctricos.
No se a que esperan, quizá cuando tengan que cerrar gasolineras por poca rentabilidad, se darán cuenta. Un poco más de orientación hacia el futuro, amigos petroleros.