Han pasado casi dos años desde que Mazda presentase en el Salón del Automóvil de Tokio el RX-Vision (en pantalla), un prototipo que sirvió para adelantar cómo sería el futuro deportivo insignia de la marca, y con el que la marca japonesa estaría dispuesto a competir a nivel internacional. Desde entonces, no ha habido prácticamente información oficial o fiable acerca de la sucesión del RX-8, pero ahora, las cosas parece que están empezando a cambiar…
…y es que desde Mazda dejan entrever que están siguiendo con el desarrollo de un nuevo motor Wankel rotativo que por sus características y capacidades, obviamente solo tendría cabida en un coche de estas características. Sin embargo, desde Mazda confirman que tanto el consumo de combustible como las emisiones contaminantes son un problema difícil de resolver en esta arquitectura, y es aquí donde reside la clave para entender cómo será el Mazda RX-9.
Por un lado, existen rumores que ponen sobre la mesa que el sucesor del RX-9 contará con un motor rotativo que funcionará con pila de hidrógeno, un método que podría funcionar, pero que no deja de ser algo inviable de cara a prestaciones y capacidades dinámicas, objetivo primordial en el deportivo nipón. Por otro lado, desarrollar un set-up híbrido que vaya combinado con el motor de combustión interna y cuente con uno o dos motores eléctricos, y un kit de baterías, suena mucho más plausible. Con este set-up híbrido, el Mazda RX-9 alcanzaría las cotas de emisiones y consumos de combustible necesarios, a la par que ofrecería unas prestaciones muy interesantes. Por ahora, no parece claro en qué nicho de mercado se situará, pero hablar de una potencia base de aproximadamente 350 caballos, no parece alejarse mucho del proyecto.