Hasta hace no tantos años, el uso de los sistemas de navegación a bordo de nuestros vehículos quedaba relegado o bien a aparatos dedicados a tal fin (navegadores que aún a día de hoy, todavía se comercializan pero con ventas marginales) o en su defecto, a los sistemas de navegación integrados en nuestros vehículos. La imparable penetración de los smartphones y la cada vez mayor asignación de funciones que han ido ganando entre las cuales están los sistemas de navegación, ha logrado desplazar a los aparatos dedicados únicamente a tal fin, agrupándolos dentro del amplio abanico de funciones que nos ofrecen, y a su vez, logrando integrarse en la gran mayoría de casos con nuestros sistemas de infoentretenimiento del fabricante de nuestro vehículo.
Y pese a esa ‘democratización’ ha permitido también que además de mejorar las plataformas existentes de navegación, surjan también muchas otras, algunas de ellas, sobre mapas libres, colaborativos y editables como OpenStreetMap. Sin embargo, todavía muchos usuarios tienen que seguir enfrentándose a directrices incorrectas de su navegador (porque hayan obras, porque esté mal cartografiado o porque simplemente ahora la ruta para llegar a ese destino haya cambiado). ¿Alguna vez te has parado a pensar cuánto tiempo siendo usuario habitual de esos sistemas has podido perder al año con esas directrices erróneas?
Un estudio de myTaxi en Reino Unido sobre 2.000 personas, ha podido obtener algunas cifras interesantes respecto a esto. Entre otras cosas, un 47% de los encuestados afirma haber estado en desacuerdo con su sistema de navegación y un 31% se enfrentó a gritos con su sistema GPS. Todo ello yace de la frustración de muchos conductores que sienten por sus navegadores, en muchos casos por no hacer uso de datos de tráfico en directo o actualizar automáticamente sus mapas.
Otro dato interesante -y entre los que me incluyo- es que un 52% de los conductores encuestados afirmó en exceso de los GPS, pasando por alto las señales o indicaciones de la carretera.
Vía: Forbes