El motor SkyActiv-X de Mazda llegará en 2019: Combinando las ventajas de los motores diésel y gasolina

Aunque cada vez menos, todavía hay fabricantes que se resisten a seguir innovando con los motores de combustión interna en favor de los híbridos y eléctricos. Y no es algo que le venga nuevo en el caso de Mazda, ya que hemos visto cómo hasta la fecha ha desafíado a las corrientes impuestas por el mercado en materia de sobrealimentación, apostando por motores atmosféricos de muy alta relación de compresión y con resultados comerciales muy positivos.

Ahora vuelven a anunciar otro golpe de efecto sobre la mesa: para 2019 pretenden introducir la tecnología SkyActiv-X que combina lo mejor de los motores diésel y gasolina. ¿En qué consiste eso? En que en estos motores, desaparece la chispa necesaria para inflamarse y se sirve únicamente de la compresión para su inflamación, logrando que de esta forma se pierda menos energía y se pueda lograr mayor eficiencia.

Esto se conoce como ‘diesotto’, combinando el ciclo diésel y ciclo Otto. Y es que, mientras que en el motor gasolina el detonante es la chispa, en el caso del diésel la quema de combustible se hace mediante la compresión, donde el aire comprimido, la presión y temperatura logran inflamarlo y que de esta forma arda dicho combustible y por tanto genere el movimiento de los pistones. ¿Por qué no era posible hasta la fecha extrapolar el ciclo diésel a los motores de gasolina? Fundamentalmente, por la inestabilidad de la gasolina para lograr garantías de autoencendido de la mezcla de aire y combustible en el mismo punto sin un detonante externo, pero en Mazda, parecen haber dado con la fórmula.

¿Quiere decir eso que se prescinde de la bujía y chispa? No, pero tampoco se depende de la misma manera de ellas que en los motores de gasolina convencionales, ya que ahora sólo recurre a la chispa en determinadas fases de funcionamiento para garantizar que el proceso sea correcto.

Y… ¿en qué repercute todo esto sobre el usuario final? Una mejora de rendimiento considerable frente al SkyActiv-G (10-30%), al lograr mejorar la potencia y el par, además de mejorar su rendimiento termodinámico y por ende, reducir también su consumo y emisiones.

En cualquier caso, y a pesar de todos estos avances, Mazda no deja de lado los eléctricos: de acuerdo a lo previsto, espera poder comenzarlos a fabricarlos a partir de 2019.

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