Con un debut previsto para mediados del próximo año 2018, el Aston Martin DBX se consolidará como el punto de partida de la marca inglesa en el mercado de vehículos útiles -todo aquello que no sea coupé o descapotable-, marcando un antes y un después, y confirmando que en Aston Martin también ha llegado la revolución que también veremos próximamente en otras marcas.
Un dato importante y vital que hace que el interés acerca del DBX sea aún mayor es el hecho de que Aston Martin dotará al crossover de un tren de propulsión eléctrico. ¿En otras palabras? Aston Martin lanzará de manera simultánea no solo el primer todoterreno de la marca, sino también el primer modelo eléctrico. Pero, afortunadamente, podemos descubrir ya la sorpresa y confirmar que el DBX será eléctrico, sí, pero también ofrecerá una gama de motorizaciones estándar.
Con estándar, nos referimos a que el Aston Martin DBX se podrá adquirir en dos versiones gasolina diferentes, como híbrido, y también como eléctrico. En el caso de las dos primeras opciones, el motor base será un V8 Bi-Turbo de 4.0 litros de origen Mercedes-AMG, y en el segundo caso, el ya de sobra conocido -pero no menos apasionante- V12 Bi-Turbo de 5.2 litros presente en el DB11. Más allá, la versión híbrida presumiblemente compaginará el ocho cilindros con un motor eléctrico, y la versión EV, apostará por al menos dos motores eléctricos, y una autonomía superior a los 500 kilómetros.
Previsto para arrancar las ventas a finales del próximo año 2018, falta por conocer detalles y aspectos elementales y que aún están por confirmar, como por ejemplo, la incorporación de cámaras en lugar de espejos retrovisores, algo que en principio, será casi imposible que veamos en Europa y España.