El BMW X5 tal y como lo conocemos lleva aguantando mucho en el mercado, más de lo que parece… y es que aunque estemos hablando de la tercera generación como tal, la cual debutó en 2013, realmente partió del punto de partida del BMW X5 E70 de 2006 -en pantalla-, juntando hoy por hoy, un chasis con más de diez años de antigüedad.
Visto así, no es realmente sorprendente que en BMW tengan ya a punto la cuarta generación del BMW X5, y que esta vez sí, suponga la incorporación de un modelo totalmente nuevo, que parta de cero, y con una estructura que no tendrá absolutamente nada que ver respecto con el modelo que sustituirá próximamente. De hecho, el SUV alemán partirá de la plataforma modular CLAR, que BMW ya ha implementado en modelos como el nuevo Serie 7, y que permitirá una reducción de peso brutal. Esto, por otra parte, también traerá otro cambio notable: el SUV alemán pasará a ser más pequeño y con unas dimensiones inferiores. ¿Sabes lo que esto significa?
El efecto en el BMW X7 estará muy presente. La reducción del tamaño en el X5 tendrá un doble fondo: movimiento estratégico similar al Q7 para adaptarse a un mercado que ya no busca SUVs tan portentosos, y por otra parte, dejar vía libre al auténtico todoterreno urbano de la marca bávara, la cual estará disponible con 7 plazas para adultos, también compartiendo chasis con el X5.
BMW ha confirmado que veremos de manera oficial el X7 en guisa de prototipo antes de que termine el año, con casi total seguridad en el Salón del Automóvil de Fráncfort. Será preludio del debut oficial del modelo definitivo que veremos en la calle antes de 2019. Por otra parte, el BMW X5 de cuarta generación, llegará al mercado antes del próximo verano. ¿En otras palabras? La presentación en el Salón del Automóvil de Ginebra, parece ya más que confirmada.
