Mirando al futuro próximo, antes de que termine la década el mercado de los superdeportivos de muy alto nivel habrá dado oficialmente el pistoletazo de salida. Y es que más allá del Bugatti Chiron, Mercedes ya tiene a punto el AMG Project One, y el Aston Martin Valkyrie le seguirá los pasos muy de cerca. Junto a este trío, marcas como Audi ya plantean unirse a un nicho de mercado que se plantea muy interesante, y ojo porque en la marca de Ingolstadt no lo ven como una cuestión de posibilidades, sino como una mera cuestión de tiempo.
¿Qué quiere decir esto? Básicamente, que hablar del superdeportivo de Audi es simplemente hacer cábalas acerca de cuándo llegará al mercado, porque parece claro y conciso que lo veremos debutar en un plazo relativamente corto de tiempo. Aunque actualmente no es un modelo que esté en desarrollo, desde Audi afirman que existe un importante interés por parte de su clientela de adquirir un deportivo que esté por encima del R8, y esto de por sí es motivo más que suficiente para que el proyecto vea la luz. Sin embargo, ¿qué deberíamos esperar exactamente?
Un superdeportivo de Audi de estas características podría incorporar un núcleo importante de nuevas tecnologías, aunque difícilmente será un modelo cien por cien eléctrico. En su lugar, parece más claro que se trataría de un híbrido que combinaría el motor V10 de 5.2 litros junto con dos o tres motores eléctricos y un kit de baterías de litio-ión. Con este set-up, el «super Audi» podría superar fácilmente los 900 caballos y en combinación con un chasis monocasco y un uso intensivo de materiales como fibra de carbono, aluminio reforzado y CFRP, ofrecer un peso neto inferior a los 1.250 kilos.
No obstante, en Audi lo tienen claro: antes que este proyecto, hay que abarcar más el mercado de los SUVs y crossovers. Y hasta que no veamos debutar al menos dos modelos más en este sector, no empezarán a trabajar en un nicho tan exclusivo como es este.