Con el lanzamiento de los nuevos Kodiaq y Karoq, desde Skoda han sabido manejar muy bien los tiempos para posicionar en menos de un año dos crossovers totalmente funcionales y que a grandes rasgos, han dado la vida a la marca checa en esta nueva era que se presenta para la marca europea. Y es que hasta la llegada del Kodiaq, Skoda estaba sumida en un intermedio que parecía no tener fin, mientras que marcas rivales no cesaban en su evolución. Tanto el Kodiaq como el Karoq -que parten del mismo chasis y varían mayormente por el tamaño y el nicho de mercado- son ya piezas fundamentales, pero aún falta una más…
…que no será otra que el b-SUV de Skoda. Bautizado por ahora y de manera no oficial como Skoda Polar, el proyecto del baby crossover nace del mismo punto de partida que el presente SEAT Arona, marcando las diferencias y con destino a asentarse en el mismo mercado que el Fiat 500X, el Jeep Renegade o el propio SEAT Arona. A diferencia del Karoq, que Skoda lo posiciona como un rival del Nissan Qashqai con 4.38 metros de longitud, el Skoda Polar no superará los 4.18 metros de largo.
Es interesante destacar que Skoda aprovechará el desarrollo y ulterior lanzamiento del Polar para comercializar la nueva generación del Fabia, ya que tanto uno como el otro compartirán casi todo, desde chasis hasta motorizaciones y gran parte del interior y del equipamiento presente en el habitáculo. También se asemejarán en términos de diseño, aunque falta por ver si Skoda optará por diseñar el Polar como un Fabia-crossover, o si lo tratarán como un modelo independiente. En cualquier caso, en 2018 ya estará presente en el mercado.
