El Mercedes Clase A ha pasado de estar relegado en el olvido desde aquel cruce de compacto y mini monovolumen, a ser uno de los pilares fundamentales de la marca alemana. Sin embargo, el futuro se plantea no similar, sino mucho más interesante para el compacto. El Clase A será parte imprescindible del esqueleto de Mercedes-Benz, y tanto es así, que la marca de la estrella prevé comercializar hasta un total de 8 variantes diferentes.
¿Qué quiere decir esto? A grandes rasgos, el Mercedes Clase A será muchísimo más que un hatchback de cinco puertas. La versión básica será la primera que llegará en esta nueva generación, debutará con un acabado premium superior al del Clase A actual, y un diseño evolucionado a raíz del modelo que reemplazará el próximo año. Junto al Clase A estándar, Mercedes comercializará poco después las principales variantes, incluyendo un nuevo GLA y también un CLA renovado en concepto y filosofía. No obstante, ¡ojo! Viene mucho más.
Mercedes posicionará en el mercado el Clase A Sedán, que a diferencia del CLA, será más un sedán orientado a la comodidad que al diseño. Esto provocará que el CLA -y el CLA Shooting Brake– cuenten con un aspecto y un entorno mucho más dinámico y deportivo. Junto con estos, el GLA dará vida a una variante híbrida que también se verá reflejada en el Clase A Sedán. Junto a todos estos, Mercedes podría estar debatiendo comercializar un derivado del Clase A totalmente eléctrico, que sería un añadido totalmente nuevo y que tendría como principal atractivo un set-up compuesto por uno o varios motores eléctricos, un kit de baterías, y una autonomía de aproximadamente 350 kilómetros, orientado al uso en ciudad. Esto, unido a un diseño único, sería una seña más de identidad propia y la muestra de que la renovación del chasis modular MFA, es ya un hecho.