El éxodo de empresas que están moviendo sus sedes fuera de Cataluña hacia otras partes del estado español es imparable fruto del desafío secesionista: ya se cuentan por varios cientos y el goteo no cesa. Sin embargo, todas las miradas han estado puestas precisamente sobre la joya de la corona industrial como es SEAT. Atentas a cualquier declaración o movimiento que pudiera dar en medio de esta corriente migratoria.
Para tratar de aportar mayor transparencia a sus empleados, el propio presidente de la firma, Luca de Meo, ha enviado una carta a los 14.500 empleados directos de su plantilla en el que confirma que por el momento no tienen pensado mover la sede social de SEAT, pero que no es algo que descarten en sus planes si el proceso de secesión continúa adelante y consideran que ya no tienen la protección jurídica de la que disponen en la actualidad.
Aseguran, por tanto, que siempre que sigan bajo el paraguas de la estabilidad política, seguridad jurídica así como la permanencia en la Unión Europea -esto último no ocurriría en caso de una independencia de España- permanecerán en Cataluña. Esto último atiende a que precisamente el 85% de sus ventas se realizan en países pertenecientes a Europa, por lo que es indispensable mantenerse dentro de su marco económico para que puedan ser viables como compañía.
Cabe recordar además que SEAT es el primer fabricante de automóviles español, aportando un 1% del PIB al total de la economía española y contando con diversos centros productivos en Cataluña, y aunque apuntan que un cambio de sede social -presumiblemente a Madrid- no implicaría cerrar las plantas catalanas, sería desde luego un primer paso que allanara el camino.
Así que de momento lo que podemos concluir es que desde SEAT su máximo interés es mantenerse donde están, evitando hacer pronunciamientos políticos, sin embargo, como han anunciado velarán fundamentalmente por sus intereses y la continuidad de la empresa, que podría verse torcida dependiendo de los acontecimientos políticos que sucedan próximamente.
