No es ningún secreto que Bentley está tratando de evolucionar en el mercado con nuevos proyectos y con apuestas que poco tienen que ver con lo visto hasta la fecha. Y es que si nos tenían acostumbrados a modelos de alta cilindrada, gran cubicaje y con la apuesta de enormes propulsores por bandera, el futuro no tan lejano se plantea muy diferente… pero no menos interesante. Más bien, todo lo contrario.
La marca británica adoptará próximamente la plataforma del aún por estrenar Porsche Mission E, con el objetivo principal de posicionar en el mercado un nuevo modelo, eléctrico, con las prestaciones y capacidades dinámicas aún más exprimidas y llevando casi al límite las posibilidades de una plataforma que en el caso del Mission E de Porsche, no estará desarrollando ni tres cuartos de sus capacidades.
¿Qué quiere decir esto? A grandes rasgos, el proyecto que Bentley tiene entre manos adoptará la guisa más radical del chasis del Porsche Mission E, es decir, adoptará un tren de propulsión compuesto por al menos tres motores eléctricos, dos en el eje trasero desarrollando cada uno al menos 370 caballos, y uno delantero optando a casi 200 cv. ¿El resultado? Más de 950 caballos de potencia. ¡Se dice pronto!
No obstante, queda en el aire lo más importante: no está claro si será un coupé -la esperada versión de producción del EXP 10 Speed 6- o más bien una berlina coupé similar al Continental. En cualquier caso, la mecánica será la misma… y será brutal. Eso sí: no llegará antes que el Bentayga híbrido, el cual está previsto para este próximo año 2018.