Desde el debut reciente del Skoda Vision E -en pantalla-, la marca checa dejó entrever que el futuro de la marca no solo pasa por el uso extensivo de modelos híbridos, sino por adoptar una línea de modelos en la que cada vez haya más presencia de modelos totalmente eléctricos, más que cualquier otro tipo de coches. Con la confirmación de querer tener en el mercado nada más y nada menos que cinco eléctricos antes de 2025, este plan ambicioso comenzará a rodar muy pronto. Antes de lo que esperábamos.
A finales de 2019 Skoda presentará al mundo el primer modelo totalmente eléctrico de la marca. Antes de que este proyecto llegue, Skoda ya tendrá en el mercado dos híbridos -como mínimo-. Uno será una variante del Superb, y otro será la versión híbrida del nuevo Kodiaq. Ambos utilizarán el mismo tren de propulsión eléctrico que el Volkswagen Passat GTE, es decir, un 1.4 litros turbo gasolina y un kit híbrido que dará como resultado una potencia neta de al menos, 215 caballos. Será el anticipo perfecto para el primer eléctrico de Skoda, que se situará como un crossover estilizado y de aspecto deportivo -inspirado en el Vision E-, a medio camino entre el Karoq y el Kodiaq y con una potencia neta cercana a 350 caballos. No solo será el proyecto más caro de Skoda, sino también la imagen cúspide de la marca.
El Skoda Vision E de producción -no será exactamente así, ya que el prototipo original que tenemos en pantalla será una inspiración más que un proyecto pre-producción- será el paso previo a proyectos más generalistas y también más específicos, destacando un urbanita y también un coupé deportivo que, ojo, sorprenderá por su potencia y capacidades dinámicas. Pero para esto, aún faltan varios años. De momento, apuntamos alto: estamos ya a menos de dos años para ver el primer eléctrico de la marca, que estará en el mercado a partir de 2020.