De nada te sirve tener un equipo de frenos potente si no lo acompañas de un buen líquido de frenos capaz de soportar altas temperaturas de trabajo, además de reemplazarlo en los intervalos estipulados por el fabricante de tu vehículo. Pero… también es importante que no esté contaminado, como le ha sucedido a Alfa Romeo con algunas series fabricadas del Stelvio y Giulia, que ahora han debido llamar a revisión.
En concreto, se han cuantificado 307 unidades afectadas por el problema (En Estados Unidos) que se han producido en la factoría de Cassino en Italia entre los días 14 y 23 de Noviembre de 2017, donde tras realizar análisis en laboratorio, han hallado muestras de aceite mineral en el líquido de freno y embrague. ¿Las consecuencias para el sistema de freno del uso de un líquido de frenos contaminado? Además de poder dañar el sistema de frenado y perder eficacia el mismo, también podría manifestarse en una pérdida de dureza en la presión del pedal de embrague, tal y como ha detectado el equipo de auditoría de calidad de la marca.
Aquellas unidades afectadas serán llamadas a pasar por taller para que puedan revisar su sistema de frenado y en caso de considerarlo necesario, reemplazarlo por completo para sustituir aquellos elementos que haya podido dañar del sistema.
Afortunadamente, y aunque es un problema que concierne a la seguridad del vehículo, el número de unidades es bastante limitado debido a que el problema está focalizado en un plazo de tiempo muy pequeño. Aunque evidentemente esto evidentemente no le hace ningún bien a la expansión que está realizando la firma en los Estados Unidos con paso lento pero firme para tratar de abrirse nuevamente un hueco en uno de los mercados más importantes del mundo como el norteamericano.