En MotorAdictos estamos siguiendo muy de cerca el desarrollo de la submarca «i» de BMW, que se corresponde al gran proyecto de la marca alemana en relación con modelos híbridos y eléctricos. Con el i4 ya confirmado como principal objetivo de BMW para competir con el Tesla Model S, toca analizar otros proyectos que, por otra parte, puede que estén cerca de cerrar el ciclo.
Hablamos, cómo no, del i3 -y también del i8-. Ambos modelos dieron vida a la submarca «i» y se asentaron como demostraciones puras y duras de tecnología que si bien hoy por hoy no son en absoluto punteras, sí que asentaron las bases para un futuro prometedor. Aunque ambos modelos recibirán en muy poco tiempo sendas actualizaciones y mejoras importantes, en la casa alemana lo tienen claro: no tiene que haber necesariamente continuidad. Es más, no la habrá. Para ninguno.
Por una parte, el BMW i3 se consolida como un urbanita compacto que no entra en el juego de rivales directos como el Tesla Model 3 y mucho menos de futuros modelos que serán vitales para la gran escalada de turismos eléctricos en Europa. Por ello, el i3 probablemente dará paso a un compacto eléctrico de mayor tamaño y también mayores capacidades dinámicas y de autonomía. Por otra, el i8 cerrará su vida útil en unos años con una nueva versión más potente y deportiva, que aumentará la potencia neta hasta más allá de 450 caballos, pero que no variará en cuanto a tecnología utilizada. Será un poco más de lo mismo.
Atendiendo a discontinuidad de ambos proyectos, BMW se centrará en al menos tres modelos importantes: i2, i4 y también iX3, este último el primero en llegar al mercado con una puesta en escena muy próxima. El primero será el compacto de cinco puertas, y como ya hemos dicho, el i4 será la cúspide de la firma.
