24 de Marzo del año 2009. Una propietaria de un Volvo S40 lo estacionó en un parking del centro de Palma de Mallorca, y no sabemos si de manera intencionada o a raíz de una serie de acontecimientos posteriores, el vehículo fue abandonado (eso sí, cerrado debidamente y con el freno de mano puesto), llegando a acumular a lo largo de todos estos años 28.000 euros en multas de las que el juez le obliga a pagar.
De hecho, ya fue sentenciada la propietaria en el año 2013 al pago de la deuda contraída con la empresa gestora del estacionamiento, sin embargo, no ha sido hasta ahora cuando han podido retirar el vehículo tras ser adjudicado a dicha empresa, que ha sido la encargada de llevarlo al desguace, ya que su escaso valor de tasación impedía que pudiera sufragar la deuda.
La primera denuncia interpuesta contra la propietaria data de 2012, cuando ya la factura ascendía a 21.627 euros, haciendo caso omiso a interposición de la misma, y tras ser condenada al año siguiente y continuando su desinterés en el vehículo, fue entonces cuando se arrancaron los trámites para proceder a su retirada. Ha sido precisamente la nula respuesta obtenida en todos los intentos por tratar de contactar con la propietaria los que han propiciado que este proceso se haya prolongado tanto a lo largo de todos estos años, cosa que no ha sucedido con otros propietarios (cuatro, en total) que tenían vehículos abandonados que finalmente sí que pasaron a retirar sus vehículos.
No sabemos si el juez habrá optado por embargar el salario de dicha propietaria a fin de que pueda saldar su deuda, lo que sí que está claro es que la decisión llevada a cabo en su día para haberlo abandonado ahí no ha resultado ser muy inteligente, al menos, en términos económicos.
Vía: El país
