Volkswagen quiere reinventar su división deportiva ‘R’ y llevarla mucho más allá de las capacidades que ha demostrado hasta la fecha, y eso incluirá el desarrollo de modelos más deportivos, entre los que se incluyen eléctricos además de modelos R sobre crossover y SUV.
Curiosamente, esta decisión parecen haberla tomado a posteriori de cancelar el Golf R420 que iba a llegar en medio del escándalo ‘Dieselgate’ y en el cual Volkswagen aprovechó para reconducir por completo su estrategia. En una entrevista durante el Salón de Pekín al jefe de ventas y marketing Jurgen Stackmann de la marca, sugirió que la feroz competencia de modelos compactos deportivos les está catapultando a que deban llevar a la división R un paso más allá.
De acuerdo a Stackmann, los clientes de los modelos R podrían asumir un coste adicional a costa de acceder a modelos más potentes de la firma, algo que podría comenzar a darse lugar en la próxima generación del Golf R. En concreto, se espera que el Golf R ataque directamente al A45 de Mercedes cuya potencia rebasará los 400 CV.
Por tanto, en el salto generacional, veremos también un salto importante de potencia respecto a los 310 CV actuales para poder situarse a la altura de sus homólogos alemanes, pero no sólo eso, sino que además planean extender la firma R a los I.D. eléctricos de VW, además del T-Roc y Tiguan.
Este aumento de potencia iría aparejado también de una puesta a punto mucho más radical, que se desmarque un poco de la polivalencia característica de los R hasta la fecha.
Así que parece bastante probable que a partir de la próxima generación del Golf sea cuando veamos materializado este empoderamiento de la división R y hasta dónde es capaz de llegar (no por falta de I+D, sino del precio final que le permita ser competitivo).
