Aunque la marca Bose la asocies a sistemas de sonido de alta fidelidad, también ejecutan desarrollos en otros campos y hace treinta años presentaron una suspensión electromagnética para vehículos muy revolucionaria en la época -también lo sigue siendo a día de hoy- y que es muy probable que la hayas visto en funcionamiento en aquel vídeo donde un par de Lexus LS400 nos mostraban las enormes ventajas que presentaba frente a un sistema de muelle-amortiguador convencional.
Aún pese a lo increíble que resultaba, no consiguieron que ningún fabricante de vehículos se interesase para llevarla a producción, debido precisamente a los elevados costes de producción con los que contaba.
Sin embargo, esta tecnología fue adquirida por la compañía ClearMotion en el año 2017 y parece que la primera introducción en un coche de producción podría estar muy cerca: concretamente, el próximo año 2019. Aunque eso sí, no conservará el nombre por el que se conocía dentro de Bose (Project Sound), en su lugar, ahora pasará a denominarse ‘sistema de chasis digital’.
Esta suspensión proactiva permite un control de cada rueda individual para de esta forma, contrarrestar los efectos de los baches, resaltos o los balanceos de la carrocería derivados de los giros o frenadas. Para ello, se sirve de motores electromagnéticos, amplificadores de potencia y controladores que van instalados en cada rueda y a los que denominan ‘ActiValve’. Estos controladores son capaces en tan sólo 5 milisegundos de actuar tras detectar cualquier cambio de superficie para lograr mantener el vehículo con los menores balanceos posibles sin renunciar por ello al confort en marcha. Y precisamente los avances a nivel de software e inteligencia artificial permitirán que todavía a día de hoy sea mejor y más eficaz que el concepto original.
Ahora viene la parte más interesante. ¿Qué fabricantes estarían interesados? Han confirmado que son varios, pero de momento no han desvelado nombres. En los vídeos más recientes de su funcionamiento, hemos podido ver este sistema instalado sobre un par de BMW Serie 5. Por otra parte, han tratado de reducir su coste de producción para de esta forma hacerlo más atractivo manteniendo todas las características, por lo que no deberíamos esperar un precio mucho más elevado que los actuales sistemas de suspensión electromagnética menos avanzados que ofrecen algunos fabricantes en opción.