El Opel Kadett E no ha sido nunca reconocido por sus capacidades motrices sobre el asfalto, pero sí que en su época lograr eclipsar a sus rivales con sus prestaciones. Si bien, la unidad que te traemos hoy en día eclipsa también ampliamente a cualquier unidad de serie en lo que concierne a potencia, bueno, del Kadett y del 99,9% de coches que puedas ver en la calle…
Y es que, esta unidad ha sido ampliamente preparada hasta llegar nada menos que a los 1.250 CV bajo la batuta del 2 litros de 16 válvulas. Desconocemos el gran elenco de modificaciones que se han tenido que realizar tanto a nivel mecánico como de chasis, pero como te podrás imaginar, del coche de serie queda poco -o debería quedarlo-. De hecho, en las tomas del interior verás como se han suprimido todos aquellos elementos destinados al confort, contando únicamente con un asiento dentro de él, si bien, nos llama también la atención el hecho de que su salpicadero se haya reemplazado por el de un Opel Astra F.
Su carrocería no ha sufrido grandes modificaciones, siendo la más relevante su paragolpes delantero con una entrada directa en la parte inferior del lado del conductor para la admisión del turbo, mientras que los retrovisores exteriores se han suprimido para lograr mejorar su aerodinámica.
A fin de que sea capaz de transmitir con cierta seguridad la potencia al asfalto, se le ha dotado con tracción a las cuatro ruedas, y pese a todo, necesita 4 segundos para ponerse a 100 km/h debido a las pérdidas de tracción, logrando además una velocidad máxima de 314 km/h.
El vídeo donde lo puedes ver es en la RACE1000, una competición que precisamente trata de localizar al coche más rápido en lograr la media milla.