La última generación del Nissan LEAF (recordemos, un modelo 100% eléctrico de la firma nipona que recientemente introdujo una nueva generación) está siendo todo un éxito de ventas en Europa.
Sobre la plataforma de la anterior generación del LEAF, esta nueva iteración amplía sus cotas hasta los 4,49 metros de longitud, con una anchura de 1,79 metros y una altura de 1,54 metros, manteniendo la distancia entre ejes en 2,70 metros. Lo más interesante está en su diseño, mucho más convencional y a su vez más cautivador que el anterior, así como en su motor, que ahora pasa a contar con 110 kW de potencia, aproximadamente 150 CV y 320 Nm de par, con un 0-100 km/h en 7,9 segundos y una velocidad máxima de 144 km/h limitada electrónicamente.
La autonomía homologada de acuerdo al ciclo NEDC es de 378 kilómetros, sin embargo, tal y como se ha demostrado, este ciclo no es fidedigno y va a ser relevado por la homologación WLTP, cuya autonomía es de 270 en ciclo combinado, si bien, en uso puramente urbano puede llegar a 415 kilómetros, donde aquí los coches eléctricos se ven más beneficiados. Para recargar la batería, empleando un cargador rápido de 50 kW, necesitaremos menos de una hora para llegar al 80% y una carga completa con el nuevo wallbox de 7 kW requiere de 7 horas y media y 21 horas si lo enchufamos a la red doméstica de 10A.
En concreto, en tan sólo ocho meses de recorrido han logrado despachar 37.000 unidades en el viejo continente, o lo que es lo mismo: cada 10 minutos se ha entregado una unidad a un cliente europeo. Además, este mes se han llegado a las 100.000 unidades del modelo combinando la generación anterior con la actual y curiosamente, la clienta número 100.000 es de Madrid. A nivel global se han despachado 320.000 unidades sumando todos ellos, lo que lo convierte en el coche eléctrico más vendido del mundo.