El Aston Martin DBX será la apuesta más brutal y llamativa que la marca británica llevará a cabo en todo lo que resta de década. Será más importante que el Valkyrie o el Vulcan, y es que aunque no será un superdeportivo de altos vuelos, sí que se posicionará como el modelo destinado a captar un mayor número de ventas a nivel global. Esto incluye España.
No obstante, el mercado principal del Aston Martin DBX no será España ni Europa. El principal mercado al que estará destinado el crossover deportivo británico es el asiático. El mayor cupo de ventas se lo llevará China, razón de ser del DBX y motivo por el cual el desarrollo del todoterreno inglés no se retrasará ni un minuto más de lo necesario. Competir frente a frente con el Lamborghini Urus y el Bentley Bentayga serán razones de peso para ello, más aún en el mercado chino.
A estas alturas, sabemos que el Aston Martin DBX de producción será muy similar al prototipo que tenemos en pantalla. El DBX definitivo será un calco del prototipo y mantendrás las proporciones y dimensiones del mismo, incluyendo un diseño que se aleja del concepto tradicional de crossover o todoterreno urbano, y maximizando la imagen de lo que podríamos denominar un híbrido entre el concepto marcado por el Audi A6 allroad más de una década atrás, y el del Porsche Cayenne.
Es interesante recalcar que esta idea de diseño y concepto de deportivo apto para caminos podría ser el escogido por Ferrari para su propio SUV. Ambos modelos se alejarán de lo marcado por el Lamborghini Urus, que sí es más alto y se acerca más a la idea del Bentayga de Bentley, por ejemplo.
