Ni la propia Mercedes-Benz se libra del escándalo en el fraude de las emisiones de vehículos diésel. Y no podemos decir que en su caso la cifra de modelos afectados sea mraginal: afecta a nada menos que 774.000 unidades, tal y como ha hecho público el fabricante.
En concreto, los modelos afectados son la Clase C, Clase GLC, Clase V y Vito (recordemos, fabricado en Vitoria, España). De los 774.000 vehículos, 238.000 se encuentran en Alemania según la KBA (Agencia Federal de Transporte).
Entre los motores afectados, encontramos los diésel Euro 6 que montan los C220d, GLC 220d o Vito 119CDI, si bien no se ha especificado los años a los que correspondería cada uno de ellos. Estamos hablando en cualquier caso de que cumplen una normativa anticontaminación todavía vigente hasta que en unos meses sea reemplazada por la Euro 6d, entonces… ¿cómo han logrado sabotear los controles de medición gubernamentales?
Gracias a que la electrónica de los mismos desactivaba los controles antipolución empleados en el vehículo tras un tiempo. Los fabricantes pueden legalmente desactivar estos sistemas para realizar regeneraciones del sistema de tratamiento de gases de escape o en situaciones muy concretas, sin embargo parece que en este caso tiene un trasfondo fraudulento. Y es por ello que Mercedes asegura que no tiene como objetivo falsear las emisiones, sino que forma parte del mecanismo de limpieza de gases de escape. O dicho de otra manera, que no ha admitido el fraude en este caso (al menos de momento).
Durante las próximas semanas, Mercedes debería llevar a cabo la llamada a revisión de las unidades afectadas, si bien todavía no ha trascendido cuál será la solución concreta, cabría esperar algo muy similar a lo que ha hecho Volkswagen en parte de sus motores, donde ha podido solventarlo con una actualización del software de gestión de la centralita.