PSA sigue queriendo optimizar al máximo sus recursos para lograr obtener mayores beneficios y ahora nuevamente le ha tocado a la marca Opel, perteneciente al grupo, siguiendo la estela de ajustes recientes hechos en Peugeot y DS. Sin embargo, en este caso, lo hace por razones que a nuestro juicio son bastante coherentes y que forman parte de lo que podríamos denominar como ‘cauce natural’.
Opel ha terminado con la producción de los modelos Zafira y Astra GTC, en ambos casos por el mismo motivo: las bajas ventas de ambos modelos. Sin embargo, esto tiene mayor desarrollo, ya que existen unas razones de trasfondo por las cuáles estos modelos cuentan en la actual con unas ventas testimoniales.
En el caso del Astra GTC, estaba basado sobre la anterior generación del modelo y por tanto ya se encontraba al final de su ciclo de vida. Evidentemente, comparado con la actual generación, tenía carencias de equipamiento insalvables y que lo han hecho ir directo al matadero, aunque Opel saca pecho afirmando haber logrado despachar 40.000 unidades del modelo en toda Europa, destacándolo como un éxito en un mercado que estos últimos ha ido dejando cada vez más de lado este tipo de carrocerías. Y recordemos, se va además sin previsión de reemplazo sobre la actual generación.
Por su parte, el Zafira es un modelo de 2011 (debidamente actualizado) pero también alejado de los modelos de éxito actuales como son los crossovers y SUVs, que han sabido acaparar al comprador medio de este tipo de modelos. No será reemplazado de manera directa, si bien, aquellos que busquen siete plazas y mayor capacidad de carga podrán optar a finales de año dentro de Opel por el nuevo Combo Life (también habrá versión de cinco plazas).
