Aunque los grandes fabricantes están focalizándose en la electrificación, todavía quedan algunos que piensan también en energías alternativas como la pila de hidrógeno. Dos pesos pesados como Audi y Hyundai han anunciado la firma de un acuerdo para desarrollar una pila de combustible de hidrógeno, en el que compartirán patentes que permita acelerar los desarrollos por ambos lados y poder así materializarlos en modelos de producción.
Audi tiene una apuesta en firme para su futuro por la pila de hidrógeno, y no es algo por lo que hayan apostado recientemente, puesto que llevan casi 20 años orbitando en su investigación. Ya en 2004 lanzaron el prototipo Audi A2H2 que empleando como base una pila de hidrógeno iniciaba esta senda de manera pública, al que siguió el Audi Q5 HFC en el año 2008, y años después, el Audi A7 Sportback h-tron quattro en 2014. Finalmente, el último presentado encaminado dentro de esta senda ha sido el Audi h-tron quattro, que se presentó hace no mucho: año 2016.
Tampoco para Hyundai es un terreno sin explorar: ya presentaron el ix35 FCEV, desarrollado en el Centro de I+D de pilas de combustible de Hyundai en Mabuk (Corea) o incluso con el actual Hyundai Nexo.
La principal ventaja de la pila de hidrógeno son los tiempos reducidos de reabastecimiento -frente a los eléctricos actuales-, además de una gran autonomía (un problema todavía más creciente en los modelos de gran tamaño y peso) y que es una energía más limpia que la empleada para los motores de combustión.
Por el momento, los entes reguladores deben aprobar la operación y será entonces cuando puedan ponerse a trabajar conjuntamente. Y de salir satisfactoriamente de esta colaboración, ya ponen la vista más allá para colaborar en el desarrollo de más tecnologías sostenibles.