Muchas son las marcas que parecen haber encontrado un filón con un enorme potencial económico en sus departamentos de personalización, y Opel también es una de ellas. Por ello, te vamos a hablar un poco mejor hoy de algunas de algunas de las posibilidades que ofrece dicho programa de personalización aplicado a la gama Insignia.
En concreto, aquellos clientes interesados en adquirir un Opel Insignia Grand Sport, Sports Tourer y Country Tourer podrán acceder a un catálogo de 15 colores exclusivos (la carta original ofrece 10 opciones) pagando un sobrecoste de 2.500 euros.
Pero además, si queremos un grado de personalización y unicidad mucho más elevado, también hay una opción, aunque a un coste muy superior: 5.900 euros. Con esta opción, directamente podremos optar al color que queramos y con el acabado (perla, metálico, sólido, etc) que también sea de nuestro gusto. Es decir, que podemos tener un Insignia con un color único en el mundo que ha salido así de fábrica.
Entonces… ¿cómo se aplica esta pintura personalizada en la fábrica? para empezar, la unidad sigue en la misma línea de producción hasta que se aplica el baño de protección a toda la carrocería. Es entonces cunado se retira temporalmente de la línea de producción convencional y el departamento Opel Exclusive le envía al cliente una muestra del color para que una vez el cliente de el visto bueno, alrededor de 9 kilogramos de pintura se aplicarán sobre la carrocería y su identificación será enviada al propietario para que en el futuro pueda realizar reparaciones de chapa igualando al resto del color de la carrocería con el que salió de fábrica.
Los precios aportados corresponden al mercado alemán, si bien no deberían variar mucho en el mercado español. Y aunque puedan parecernos totalmente disparatados, teniendo en cuenta que en este caso se pinta con la carrocería «pelada», lograr algo similar en un taller especializado nos costaría lo mismo o incluso más dinero si cabe.