No es el primer fabricante que trata de entorpecer la especulación de sus vehículos de diferentes formas (Porsche ya lo trató de hacer con el 911 R, Ford con el nuevo GT)… y en muchos de esos casos, podemos resumirlo en que ha sido ponerle puertas al campo.
Ahora es Mercedes-AMG quien quiere tratar de ahuyentar a los futuros especuladores con la gran joya de ingeniería que pondrán a disposición de adinerados compradores próximamente al mercado: el Mercedes-AMG Project One. La pregunta es… ¿cómo lo harán en este caso? Pues a priori, con una metodología similar a la empelada por Ford con el GT, sumando además que en este caso llegarán a vigilar las plataformas de compra y venta de vehículos a fin de tratar que el vehículo pase a otras manos con el único trasfondo especulativo.
Es por ello que se obligará a todos aquellos compradores del modelo a tenerlo en posesión durante un periodo determinado de tiempo por contrato, enfrentándose a cuantiosas multas en caso de romper de manera unilateral el acuerdo. Aún así, y tal y como decíamos al comienzo, es a ciertos niveles ponerle puertas al campo, puesto que en el caso del Ford GT ya hay dos propietarios que han vendido sus unidades pocos meses después de haberlas recibido -sin haber esperado el mínimo de dos años contractual-, y aunque la compañía del óvalo azul se encuentra actualmente persiguiéndolos por la vía legal, lo cierto es que a día de hoy ya han obtenido un enorme beneficio con dicha venta.
Lo que es un hecho es que el Mercedes-AMG Project One es uno de los superdeportivos más espectaculares y avanzados tecnológicamente de los últimos tiempos, ya que bebe directamente tecnología de la Fórmula 1, con un motor híbrido de 1.000 CV cuyo motor de combustión es un V6 1.6 turbo y del que tan sólo se fabricarán 275 unidades, necesitando algo más de dos millones de euros para poder hacerse con cada una de las unidades.
Mercedes-AMG quiere evitar la especulación con el Project One
