Tras la toma de posesión por parte del ya conocido Pere Navarro -quien años atrás ya ostentó el mismo cargo de director de la DGT- al mando de la Dirección General de Tráfico, una de las primeras medidas que anunció estarían enfocadas a endurecer las sanciones por el uso del móvil, con el objetivo final de lograr romper la tendencia alcista de muertes por accidentes de tráfico.
Y es que, las distracciones al volante son una de las principales de accidentes al volante, ostentando la primera de ella el uso de los móviles. Y mientras todavía se está tratando de perfilar todos los matices de dicha reforma más adaptada a los tiempos que corren que a la década pasada cuando se introdujo el permiso por puntos (como elevar la pérdida de puntos de 3 a 4 o 6 puntos, equiparándola a sanciones muy graves como circular bajo los efectos de las drogas), también se plantean las diferentes opciones.
Una de ellas es la de suprimir la sanción de puntos si hacemos uso del móvil en detenciones (semáforo en rojo, atascos, parada de emergencia…). Actualmente esta infracción supone una pena de 300 euros y tres puntos del permiso de conducir (siendo igual que si hacemos uso de él con el vehículo en marcha), pero es evidente que no entraña el mismo peligro.
Por tanto, de acceder finalmente a esta reforma, se mantendría la sanción económica, pero en su lugar, no llevaría aparejada la pérdida de puntos. Algo que sin lugar a dudas nos sorprende aunque la base tenga lógica, puesto que precisamente lo que se trata es de disuadir el uso del móvil al volante en cualquier situación.
Veremos finalmente en que queda todo esto, aunque lo que sí que parece claro es que habrá un endurecimiento de las penas por usar el móvil.