El nuevo Ford Focus está asentándose poco a poco en el mercado, con los precios en España publicados a inicios de este verano y con una puesta en escena a nivel general que se presta ya inminente. Totalmente renovado, el hatchback de la marca del óvalo se quedará con nosotros en esta actual generación más de media década. Y visto así, no es de extrañar que tengan entre manos planes realmente apasionantes.
Estos planes incluyen unos nuevos Focus ST y Focus RS realmente brutales, mucho más avanzados de lo que hemos visto hasta la fecha. En la presente generación de ambos, Ford superó con creces las expectativas pero lo que está claro es que gracias a un chasis mucho más avanzado, el listón subirá tanto en el ST diésel como gasolina, y el RS seguirá la misma estela. ¡Prepárate!
En el caso del Ford Focus ST (ilustrado a continuación), la potencia máxima aumentará en ambas opciones, tanto en el diésel como en el gasolina. En el primer caso, se posicionará en aproximadamente 210 caballos -frente a los 185 cv del modelo actual- y el segundo caso, lo veremos acercarse a 270 cv, un aumento de veinte caballos respecto al ST actual. Estas nuevas cifras, acompañadas de un chasis más robusto y ligero, servirán para marcar una gran diferencia no solo en consumo, sino también en prestaciones.
Hablando del Focus RS, obviamente la cosa se pone mucho más seria. Este último no llegará hasta entrada la próxima década -siguiendo la línea temporal habitual de este hot-hatch-, y para entonces sus rivales directos, como el Mercedes AMG A 45, ya estarán plenamente asentados. El motor será el mismo 2.3 litros EcoBoost pero la potencia en esta ocasión no estará tan «contenida». ¿Qué quiere decir esto? Básicamente, que veremos una potencia neta fijada en al menos 380 caballos, una subida importante respecto a los 350 del RS actual. Un set-up más radical, y unos acabados más punteros gracias a la plataforma, darán como resultado una mejora de tiempos en circuito muy destacable.
