La nueva generación del Porsche 911 va a traer tras de sí cambios muy importantes en la vida contemporánea del deportivo alemán por excelencia. Más allá de lo que hemos visto en la presente generación, el próximo 911 será aún más contundente en cuanto a mejoras y cambios evolutivos. Está previsto que el nuevo Porsche 911 GT3 de el paso y cuente con turboalimentación, dejando atrás la tradicional configuración de atmosférico.
¿Renovarse o morir? No es el caso. Pero sí es una necesidad para poder continuar evolucionando y estar como mínimo al mismo nivel que los rivales más directos, los cuales cada vez aprietan más. El 911 GT3 que veremos el próximo año incorporará todos los goodies del 911 en sí, incluyendo un chasis más ligero y robusto. La sorpresa se situará bajo el alerón trasero. El motor será una evolución del 3.8 litros bóxer de 6 cilindros y se posicionará por encima de 510 caballos de potencia y con un gran par motor de 710 nm.
Esta cifra igualará las marcas del GT3 RS, dejando un margen de mejora muy superior para futuras versiones de alto rendimiento. Además, el hecho de que el GT3 sea turboalimentado pondrá en una situación «interesante» al 911 GT2. De hecho, este último podría acabar a la altura de rivales a priori superiores, como el McLaren 720S. También se rumorea que el GT2 podría dar el paso y contar con tecnología de híbrido ya que el uso de turbocompresores dejará de ser lo que le diferencie del GT3. Todo esto, lo veremos dentro de muy poco…
