El nuevo Audi e-tron es el súmmum de la marca en lo que respecta al mercado de los híbridos y eléctricos. Es la apuesta definitiva de la que hemos estado hablando en MotorAdictos desde principios de década, y la conclusión de una etapa que da paso a una nueva era. Un nuevo comienzo que deja atrás todo lo conocido hasta la fecha, y marca el inicio de una verdadera transición. Llega el Audi e-tron, y lo hace pisando muy, muy fuerte.
Al igual que su máximo competidor europeo -el Mercedes EQC-, el Audi e-tron se sitúa como un SUV de tamaño compacto tirando a medio que destaca por 4.90 metros de longitud y 1.93 metros de ancho. El empaque del e-tron es similar al Q7, se acerca más a un modelo de ciudad que a un todoterreno, y en general la imagen que transmite es de solidez y tamaño contundente, a medio camino entre el Q5 y el Q7. No obstante, la verdadera joya se esconde bajo la carrocería… que no es otro que el tren de propulsión, que prescinde de motor gasolina o diésel en favor de una nueva tecnología.
Con un precio de salida de 82.400 euros -y una previsión de entrega antes de que termine el año-, el Audi e-tron desarrolla 408 caballos a través de dos motores eléctricos situados de forma independiente en cada eje. La tracción es total y el pack de baterías de litio-ión cuenta con una capacidad de 95 kW/h. La autonomía es de 400 kilómetros en ciclo WLTP y entre otros goodies, el tren de propulsión es capaz de recuperar energía en las desaceleraciones de los motores eléctricos. Hay que destacar que la potencia máxima mencionada está disponible durante tan solo ocho segundos en un modo especial: de serie otorga 360 caballos que «duran» 60 segundos como máximo. El resultado es una aceleración de 0 a 100 kilómetros por hora en 5.7 segundos en el modo más rápido, y la velocidad punta en ningún caso supera los 200 km/h, ya que está limitada por la electrónica.